EL YOGA PUEDE PRACTICARSE, OBVIAMENTE, CON LOS OJOS ABIERTOS O CERRADOS, PERO NO ES LO MISMO HACERLO DE UNA MANERA QUE DE OTRA. DE HECHO, NOS RELAJAMOS Y CONCENTRAMOS MÁS FÁCILMENTE CUANDO CERRAMOS LOS OJOS… ESO TIENE UNA EXPLICACIÓN: LAS ONDAS ALFA.
A la mayoría de la gente le resulta más fácil concentrarse y dejarse llevar con los ojos cerrados, no solo porque cortamos una gran fuente de distracción, la comunicación visual con el exterior, sino por algo mucho más concreto: nuestro cerebro produce ondas alfa. ¿Pero qué son las ondas alfa…?
Como el resto del cuerpo, el cerebro está compuesto por miles de células, las neuronas. Estas se comunican entre sí mediante impulsos eléctricos, generando una ingente actividad eléctrica en el cerebro y creando un campo eléctrico. Esta actividad es lo que se llama una «onda cerebral«.
Las ondas pueden ser más o menos rápidas, con más o menos oscilaciones por segundo (hz). Así, de mayor a menor frecuencia, pueden dividirse en beta, alfa, theta y delta.
Al cerrar los ojos nuestro cerebro produce inmediatamente ondas alfa, al igual que cuando escuchamos una música suave. Por eso, nos va a facilitar mucho la tarea de entrar en un estado de Yoga, donde produciremos ondas alfa más lentas.
Habrá quien tras leer esto apunte a la meditación budista que, efectivamente, se hace con los entreabiertos. Digamos que los meditantes asiduos no necesitarán cerrar los ojos para ralentizar sus ondas cerebrales. ¡El resto necesitaremos una pequeña ayuda!
Foto: Prakasit Khuansuwa